28.01.2021

Ouka Leele: «Para mi la literatura fue una salvación».

Al ver a Ouka Leele, a Bárbara, con el color de la pared de su terraza, el azul de sus ojos y el encuadre de la cámara, entiendes que estás hablando con una creadora de belleza, de colores propios e imágenes que hablan, de cuentos silenciosos que exaltan la imaginación y el torrente de palabras que se derraman de su universo pintado por su mirada. 

Pero Ouka Leele es también poeta y nos cuenta cómo el haber dedicado la mayor parte de su vida a crear imágenes le ha llevado a darse cuenta del poder de la palabra. 

Para Bárbara la literatura es un refugio, una salvación, una necesidad. Para ella lo fue la poesía de Paul Éluard cuando se fue a vivir a Barcelona y sintió la angustia de la soledad. Entró en los libros del poeta y encontró el lugar en el que quería estar: un mundo sensible, imaginario y artístico que la salvó. 

Para Ouka Leele el arte, en general, nos protege y ofrece la misma receta que años atrás proponía García Lorca; la necesidad del arte como medicina espiritual, como sanador; la literatura, la fotografía, la pintura, el cine, el teatro como alimento y medicina del espíritu, pero también del cuerpo, como algo que deberían recetar los médicos junto a la química médica.  

En esa búsqueda, desde esa idea de la necesidad de la literatura, del arte, Ouka Leele nos lleva al tiempo de la joven Bárbara, a la lucha por sentir que su dedicación artística era frívola, sin la labor social que ella buscaba. Pronto descubrió que no era así, que el arte, aunque sea inútil desde una visión mecanicista, es más útil que cualquier otra cosa: no es posible la vida sin alimento espiritual. 

La fotografía y la literatura aparecen como el positivo y el negativo de la misma cosa, sea imagen o cuento. 

De la fotografía nacen las historias de un tiempo, como ella nos contó sobre el Madrid de los años 80, con sus fotografías pintadas y que ha seguido contándonos desde aquellos años que la lanzaron a la fama y que, en cierto modo, construyeron sus imágenes, sus colores. 

Y la literatura es la más potente creadora de imágenes libres. Por eso escribe Ouka Leele, porque puede crear, solo con la palabra, todo un mundo imaginado. Porque lees un libro y creas toda una escenografía propia, en movimiento, capaz de cambiar con cada relectura frente a lo estático de la imagen. 

Bárbara hace hincapié en la importancia del silencio, como la literatura a la imagen, el silencio es el negativo de la palabra, el lugar en el que estás y aún no hay nada, en el que estás solo, contigo, y empiezas a imaginar y crear con la palabra o la imagen que siempre nacen del silencio que observa. 

Con Ouka Leele la respuesta a ¿Por qué a literatura? arranca en ese silencio y pasa por la imagen, el color, las palabras, la necesidad y, sin duda, la imaginación de su mirada. 

Conversación completa con Ouka Leele
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