“La literatura lo es todo, sin literatura seríamos una especie distinta.”
Esa frase que me dice Raquel flota antes de que nos veamos y llega hasta el final de nuestro encuentro, hasta que Raquel me dice: de pronto, al verte, me doy cuenta de que te echo mucho de menos. Recordamos momentos felices pasados juntos y hablamos de literatura. Eso somos, esto nos contamos.
En tiempos de confinamiento, hemos visto que somos esos antepasados que se arremolinaban en torno a una hoguera ávidos de escuchar historias.
Para Raquel está claro: la literatura es tan importante que nos define como especie.
Hemos adquirido la autoconciencia para detenernos y contarnos cuentos sobre quiénes somos; esas voces se convierten en el legado de la memoria, del ser, se convierten en lo que nos permite conocernos a través de las épocas, en lo que recorre y quiebra el tiempo.
Raquel sigue contando y salta hasta al último verso de su poema para ¿Por qué la literatura?
«Lo que engendra vivir, nace al contarlo.”
Las cosas nacen cuando las cuentas y nacen de la manera en que son contadas. Alonso Quijano es mucho más verdad que tantos otros caballeros que sí vivieron en los viejos campos de Castilla, porque Don Quijote, al ser contado, nació inmortal.
Hablamos de cómo la literatura llega a los que no leen y, ya se sabe, libros llevan a libros, Raquel me dice que acaba de leer Pura alegría, de Antonio Muñoz Molina. Y parece que coincidimos: las personas que no leen creen que la literatura es una realidad ajena, sin embargo, todos sabemos quién es Don Quijote y sabemos lo que es una pandemia y, seguramente, esa idea nos la ha dado Boccaccio antes que los historiadores y cronistas. Por otro lado, los que menos leen están más expuestos a creer que las fábulas son la verdad; curiosamente, las personas con más literatura y fantasía son menos dadas a creerse las mentiras que habitualmente abren una grieta en la verdad.
“¿Por qué la literatura?” quiere llegar a todo el mundo, quiere que todos tengamos en nuestras manos la imaginación y la fantasía, la libertad y la palabra.
Me dice Raquel algo que también ha dicho Manuel Vilas en este mismo foro, los que sentimos la llamada de la literatura tenemos una especie de deber moral de compartir la buena nueva. Y nada mejor que “¿Por qué la literatura?” para hacerlo.
Toda obra literaria nace y, a su vez, es una gran pregunta; esas preguntas abren nuestra vida, nuestra imaginación, nuestro tiempo.
Yo también te echo de menos, Raquel.